Pergamino 1.0: The beginning is coming

Cirinas James Oliver
Hijo de Apolo // 17 años
Casa de Apolo Ft: Clarisse Devrak
Hacía un par de años que estaba aquí, en el campamento mestizo. Hablaba con mi madre cada vez que podía, pero lo cierto es que no tenía mucho tiempo libre. Quirón nos entrenaba duramente y pues... si a eso le sumas las misiones que nos encomendaba, ya tenía las 24 horas del día consumidas. Hoy no había tenido mucho que hacer la verdad. Durante el día simplemente tuve un entrenamiento de estrategia, donde los hijos de Athena nos dieron una paliza al resto, pero bueno, yo no me lo tomé como algo personal, ellos habían nacido de la diosa de la sabiduría, así que era algo de esperarse. Estábamos en Julio, por lo que los días eran calurosos y largos, cosa que me encantaba. No había visto a mis hermanos, con la excepción de Brad, pero él salió hacía un rato a dar una vuetla por el campamento. El sol se ponía y pues... notaba que mis fuerzas menguaron levemente, como en todos los ocasos. Suspiré y me recosté en mi cama. Ryan se había ido de misión, y de Jacob hacía días que no sabía nada, pero en verdad no era a ellos a quien quería en estos momentos. ¿Donde se habría metido Orion? Volví a suspirar mientras miraba el techo de mi habitación, decorado con motivos hacia el dios Apolo... mi padre... Entonces escuché algunos ruidos por la casa. Habrá llegado alguno de mis hermanos? Por curiosidad me asomé a la puerta de mi habitación y me quedé allí, mirando el pasillo. Una chica caminaba por el lugar. -Lo siento... Casa equivocada?-me dijo entonces. La miré serio. –Si buscas a alguno de mis hermanos, no se donde están...-le dije un poco borde. –Brad salió a entrenar, sobre Ryan y Jacob no se nada... los demás... bueno, no lo sé sinceramente...-le dije antes de que ella me respondiera si estaba buscando a alguno de mis hermanos o no. Luego me quedé mirándola… -Tú eres hermana de Samuel y Dean, cierto??-le pregunté. –Hija de Ares...-añadí sonriendo de lado. Ya podría haber aparecido alguno de ellos dos, seguro que mi vista lo agradecía con ganas… Sonreí para mi interior… demasiados guapos solían ser los semidioses…

Neera Rosenberg
Hija de Hermes // 19 años
Half-Blood Camp (x ahí) Ft: Dean Winchester
Los dioses seguían con sus disputas entre ellos. Ilusos... Es que lo hecho por mi hermano Luke hace algunos años no les había advertido? Arrogantes, eso es lo que eran. Pero si ellos no prestaban atención a las señales, yo no se las iba a enmarcar en neón para que las miraran. Dejé el ordenador por un momento, para ir a por algo de beber. Hacía calor, no en vano estábamos a mitad del verano. Abrí el frigorífico y saqué una lata de té frío. Estupéndo. Abrí la lata y bebí largamente. Dioses, que bien sentaba. Volví al ordenador y empecé a teclear rápidamente. Varios desastres naturales habían ocurrido en los últimos meses, por no hablar de la desaparición de niños y la aparición de seres de ficción. Traducción: alguien estaba raptando hijos de dioses. Pero no lograba averiguar con qué fin lo hacían. Quirón estaba al tanto, por supuesto, y él hacía lo que podía para evitar esos secuestros, pero... él simplemente era un centauro. -Oye Brig...-llamé a mi hermano. -Brig, estás en casa??-grité, para ver si me escuchaba. Mientras él respondia, si es que estaba, o venía, seguí mirando noticias... Como pasaron los minutos y no obtuve respuesta, supuse que mi hermanito no estaría en casa. Genial, una aburrida de la rutina y no hay nadie cerca con quien hablar y criticar a los demás. Hice un sonido con la lengua, molesta. Ahora tendría que salir de la casa de Hermes para encontrar a alguien que me entretuviera un rato... Me puse algo cómodo para estar por mitad del campamento y salí de la casa para ver si tenía suerte y encontraba a alguien. Ya era de noche (no estoy muy al tanto de la hora, pero creo que estaba anocheciendo cuando empezó el cap XD). Esto era mejor así que con el sol iluminando todo. No tardé mucho en encontrar a uno de los mejores especímenes del campamento... Dean Winchester... Sonreí mientras me acercaba a él. -Tú tienes cara de necesitar una noche de fiesta...-le dije mientras salía de las sombras...

Kara Susan Strikes
Valkiria // 16 años aparentes
Campamento mestizo Ft: Dioniso
Echaba de menos mi antiguo campamento. Extrañaba los días en que no habían tantos niños y seres inmaduros por los alrededores. Malditos sátiros... tan... salvajes. (XD) No obstante, me habían asignado un protegido (alguien quiere serlo??) y tenía que cumplir mi misión. Por ello aguantaba las constantes "gracias" de los mediocabras. Orion me sacaba de mis casillas especialmente rápido. Hoy había estado entrenando. Acrobácias, tiro con arco y ataques con espada. Nada fuera de lo común, pero que me permitía mantenerme en forma. Mientras estuviera en el campamento, mi protegido (o protegida) estaba a salvo, así que podía aprovechar el tiempo. Eso no significaba que no le tuviera un ojo encima por si se metía en problemas. Miré el fuego de la hoguera central del campamento desde mi "asiento" en lo alto de un árbol... ventajas de poder levitar. Cómo estarían mis hermanas? Cómo seguiría el Valhala? La añoranza era algo a lo que no estaba acostumbrada... Observé que el Dios encargado de administrar el campamento, Dioniso, estaba mirando a los semidioses que llegaban al campamento. Parecía taciturno. ¿Por qué no? Descendí lentamente de lugar donde me encontraba y luego me acerqué al dios. -Señor, hay algo que le preocupe??-le pregunté con voz serena...

Hefesto
Dios de la Fragua y el Fuego // Edad Desconocida
Templo Afrodita Ft: Afrodita & Ares
Zeus y Poseidón seguían con sus disputas. Que si tu hijo me robó el rayo, que si no fue mi hijo, que si la hija del otro, que si los titanes recuperaban fuerzas… En fin, todo un ir y venir de discusiones que ni me importaban, ni me incumbían. Me pasaba en mi fragua casi todo el tiempo, al fin y al cabo, era mi trabajo y también mi voluntad. Lo pasaba mejor entre metal y fuego que entre mis congéneres. Pero mi esposa… ella era distinta. La diosa de la belleza y el amor, Afrodita… Hacía siglos que estaba casado con ella, aunque eso no impedía que ambos tuviésemos hijos con mortales. Pero poco me importaba eso la verdad… Entendía que ella sintiera fascinación y deseo por los humanos, a mi también me atraía la capacidad de los humanos para crear objetos. Además, ellos morirían antes de que alguno de nosotros pestañeara, por lo que era como si mi mujer simplemente se dedicara a jugar con ellos. Pero su aventura con Ares… eso era totalmente distinto. Ares era otro dios como yo, un igual, aunque solo fuera sobre el papel, ya que ambos teníamos unos cometidos muy distintos en el equilibrio del cosmos. Y esperaba de veras que ellos dos hubieran terminado, porque de lo contrario, no haría falta que desapareciera el rayo de Zeus o cualquier otro don de los demás dioses para que se produjera una guerra entre dioses. Por ese motivo salí de mi amada fragua y me dirigí hacia el templo de Afrodita. Abrí la puerta de un golpe, y me encontré a mi mujer y al dios de la guerra. -Puedo saber porque rayos abres de ese modo??, este no es tu templo sabes-dijo entonces Afrodita. La miré. –No es mi templo, pero tú eres mi esposa...-le contesté. -Vaya....como dice ella si son sus aposentos no creo que sean modos de entrar-añadió Ares. –No juegues conmigo Ares-le dije furioso. –Puede que tú seas el Dios de la Guerra, pero sabes que jamás podrás hacer un arma más poderosa que las que yo pueda crear-le dije. –Afrodita, tenemos que hablar...-miré al otro. –A solas...-aclaré de mal humor.